La respiración un arte y parte de una ciencia
El
arte de respirar y sus beneficios
Una
buena respiración es fuente de salud, fortalece la vitalidad del cuerpo y de la
mente y es la puerta para una efectiva relajación. En Oriente, se practica el
Pranayama que es la ciencia del control de la respiración y es el núcleo
central de toda práctica yóguica.
A
pesar que la respiración es un acto involuntario e imprescindible, respiramos
mal, utilizando mínimamente la capacidad total de nuestros pulmones. El
organismo se acostumbra a los vicios y malas costumbres que impone la vida
agitada, la falta de ejercicio, vestimentas y posturas inadecuadas, ambientes
mal ventilados, entre otros factores.
Sin
duda, respirar bien es fuente de salud, porque fortalece la vitalidad del
cuerpo y de la mente, estimulando un eficiente funcionamiento de todo el organismo.
Los beneficios asociados a una respiración correcta y profunda son:
Efectos
fisiológicos: a través de los movimientos que provocan los ejercicios de
respiración profunda, los órganos abdominales (estómago, intestino, hígado y
páncreas) reciben un masaje, al igual que el corazón, gracias al movimiento de
la parte superior. Ello estimula la circulación sanguínea de todos estos
órganos con el consiguiente alivio en sus cargas de trabajo y el bienestar
general del organismo. Lo mismo ocurre con los pulmones, los cuales aumentan su
capacidad respiratoria.
Efectos
digestivos: los órganos digestivos reciben mayor cantidad de oxígeno y, por lo
tanto, su funcionamiento es mejor.
Efectos
nerviosos: mejora el estado del sistema nervioso, incluyendo el cerebro, la
columna, los centros nerviosos y los nervios. Una vez más, ello se debe a la
mayor oxigenación.
Relajación
y concentración: la respiración lenta, profunda y rítmica provoca una reducción
en los latidos del corazón y una relajación muscular, lo cual estimula la
tranquilidad mental.
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