Setas de cuentos de Hadas
Se trata de Amanita muscaria,
popularmente llamada matamoscas o falsa oronja. Es una seta venenosa que crece
en bosques de pino negro, hayas y abedules, en las laderas de los Alpes, los
Pirineos, el Himalaya y otras cadenas montañosas. De color rojo intenso con
puntos blancos, se ha convertido en la seta más popular por su constante
aparición en la iconografía infantil de los cuentos de hadas y las historias
mágicas sobre gnomos y duendes.
Este hongo es un potente
alucinógeno, conocido desde hace varios milenios en todo el mundo y usado sobre
todo en rituales religioso por los hindúes y los chamanes siberianos. Los
vikingos también bebían un elixir confeccionado a partir de la seta para tener
fuerzas en la batalla y no sentir dolor ni cansancio. El consumo de la seta
provoca una especie de borrachera eufórica con alucinaciones, frecuentemente
macropsia (tendencia a ver los objetos más grandes de lo que son en realidad) o
micropsia (el efecto contrario). Probablemente este hecho inspiró a Lewis
Carroll cuando decidió otorgar al "hongo del sueño" que tomó Alicia
en Alicia en el país de las maravillas la capacidad de encoger y agrandar los
objetos.
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