La química del amor
Entonces, ¿qué es lo que ocurre exactamente en la
montaña rusa de euforia y desesperación que nos provoca el amor?
En el cerebro, el amor romántico muestra
similitudes con "estar un poco loco" o que indicadores que muestran
las personas que sufren de trastorno obsesivo-compulsivo. Los estudios
demuestran que la primera vez que nos enamoramos, los niveles de serotonina se
desploman y los centros de recompensa del cerebro se inundan de dopamina. El
efecto es similar al de una droga altamente adictiva. Crea fuertes vínculos en
nuestras mentes entre el placer y el objeto de nuestro deseo.
La lujuria es impulsada por las hormonas sexuales
como la testosterona, que puede descentrarnos más de lo normal. También los
niveles de la hormona del estrés, cortisol, y el producto químico similar a la
anfetamina feniletilamina, hace que las emociones aumenten cada vez más.
Otras hormonas como la oxitocina y la vasopresina,
nos ayudan a dar el paso adelante y parecen ser cruciales para la formación de
relaciones a largo plazo. Las parejas que han estado juntos durante varios años
muestran una mayor actividad cerebral asociada a estos productos químicos
cuando miran fotografías de su pareja.
La oxitocina se produce cuando las parejas tienen
relaciones sexuales y se tocan, se besan y se dan masajes el uno al otro. Es la
hormona que nos hace depositar nuestra confianza, nos ayuda a superar el
"miedo social" y resulta indispensable e importante para la unión.
Los escáneres cerebrales de las personas que están
enamoradas coinciden con el viejo adagio "el amor es ciego". Es
completamente cierto. Mientras que las áreas de recompensa de dopamina están
entusiasmados en el amor, las regiones relacionadas con las emociones negativas
y juicio crítico están completamente apagadas.
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