La rosa de arena dibujada por un terremoto
El 28 de febrero de 2001 un terremoto de magnitud 6.8 se desencadenó
en el Pacífico Norte durante medio minuto. Sus efectos fueron, apenas,
perceptibles en América del Norte desde Vancouver hasta Salta Lake City. La
profundidad del epicentro, casi 50 kilómetros bajo la superficie terrestre
limitó mucho los daños, pero en una pequeña tienda de Port Townsend,
Washington, un péndulo de arena registró el movimiento para siempre.
Los trazos circulares exteriores que se ven, son los causados por
aquellos que movían el péndulo habitualmente, mientras que el intrincado diseño
del centro, fue provocado por el seismo.
Y es que los efectos no fueron demasiado destructivos gracias a la
arquitectura implantada en la región y a que el epicentro (o sea, el reflejo
del hipocentro en la superficie) se situó a unos kilómetros de distancia de la
población. Pero entre los que produjo figura eso que vemos en la foto: una rosa
perfectamente dibujada en la arena. Ésta corresponde a un péndulo que había en
una tienda de Port Townsend llamada Mind Over Matter.
El aparato servía para dibujar formas geométricas al hacerlo bascular
sobre un plato lleno de arena que tenía debajo. Pero cuando el dueño, Jason
Ward, le echó un vistazo al pasar los temblores no daba crédito a lo que veía: aquello
distaba mucho de las habituales líneas curvas y parecía haber sido trazado de
forma deliberada por una mano especialmente hábil.
Townsend tuvo la feliz iniciativa de guardar aquella caprichosa obra
de la Naturaleza y fotografiarla, enviando las imágenes a sus amigos. La
globalización hizo el resto porque, circulando por Internet, esas fotos
terminaron llegando hace poco a manos de geólogos y sismólogos.
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