Ejercicios para el Cerebro y aumentar tú Energía
Pensar que la meditación se ha asociado a la religión, creencias y
supersticiones, es un estado del cuerpo como cualquier otro.
Aprendiendo a meditar puedes aprovechar las ventajas que este estado
corporal tiene, entre los que se incluyen: relajación, aumento de la energía
y concentración.
La meditación está siendo tomada cada vez más en serio por
investigadores de la salud interesados en la reducción del estrés y métodos
alternativos para mejorar la salud.
La meditación es utilizada para tratar situaciones de ansiedad, dolor,
depresión, problemas emocionales, insomnio, el
estrés y también como un
excelente ejercicio para el cerebro.
Tiempo requerido: 20 minutos diarios.
Aquí está como:
Siéntate: encuentra un lugar en el que puedas sentarte cómodamente de
manera ininterrumpida por 20 minutos. Lo más importante es que te sientes de
tal forma que tu columna quede lo más recta posible (es posible que hallas
escuchado o escuches sobre cojines especiales para meditar, velas, incienso,
campanas y muchas otras cosas que pueden ser divertidas, pero de las que no te
debes preocupar. Lo verdaderamente importante es que estés cómodo y que
practiques con regularidad.
Pon un cronometro: algunas veces mientras meditas puedes empezar a
buscar una excusa para levantarte y hacer algo más. Una de las más
irresistibles es mirar el tiempo. Esto se debe a que mientras meditas como
ejercicio para el cerebro, pierdes la noción del tiempo y crees que ya ha
transcurrido el tiempo de tu meditación y estarás mirando el reloj cada 30
segundos lo que no te ayudará mucho; o por el contrario te concentres y pases
más tiempo en tu meditación del que tenías programado. Por lo tanto es
importante que programes un cronometro y te olvides del tiempo.
Respira: respirar es una función automática del cuerpo, respiramos
alrededor de diez millones de veces en un año sin notarlo, pero también podemos
controlar nuestra respiración voluntariamente. Piensa en la respiración como
una forma de comunicarnos con nuestros cuerpos, si respiramos pausadamente
nuestro cuerpo se relaja, así mientras estas sentado presta atención a tu
respiración, nota las inhalaciones, las exhalaciones y las cortas pausas entre
ellas. Respira naturalmente, simplemente se consciente de ello. Esta será tu
única tarea durante la meditación, si tus pensamientos interrumpen simplemente
regresa a tu respiración.
Dale Nombre a Tus Pensamientos: el objetivo de la meditación es no
tener pensamientos (bueno eso es imposible) pero al menos no interactuar con
ellos. Si mientras meditas empiezas a recordar cosas de tu trabajo por ejemplo,
intenta regresar a la respiración. Algunas personas encuentran útil dar un nombre
neutral a ese tipo de pensamientos en el caso anterior llamaríamos a esos
pensamientos “trabajo” y continuaríamos con la respiración.
No Juzgues: la meditación puede
ser difícil y hacerlo perfectamente es imposible. Tus pensamientos surgirán, y
te encontraras algunos días pensando en
tus familiares durante todo el tiempo de la meditación. Eso es normal, cada vez
que te suceda regresa a estar consciente de tu posición y tu respiración. Evita
juzgarte, evita crear secuencias de pensamientos sobre por qué no puedes
meditar o que tan malo eres en esto, solo regresa a tu respiración.
No Te Escuches a Ti Mismo: mientras meditas habrá una vocecita dentro
de tu cabeza intentando detenerte. Esta vos llegara con grandes ideas, que
debes escribir inmediatamente. Te leerá la lista de cosas por hacer
presionándote para que te detengas y te pongas en actividad. Tratará de
convencerte de que el cronometro de ha detenido, que has meditado por horas y
estas retrasado para algo. Evita escuchar esa voz, mientras meditas no hay nada
más importante para hacer, permanece
sentado.
Observa Cómo Pasan Las “nubes de pensamiento”: Mira la meditación como
un experimento. Obsérvate a ti mismo pensando, examina como los pensamientos
surgen aleatoriamente y luego se conectan con otros. Que pasa a tus
pensamientos si no los nutres. Eventualmente veras que la mayoría de los
pensamientos surgen aleatoriamente y que no merecen tu tiempo. Además
aprenderás a tener mayor consciencia de tus pensamientos. Tal vez la mayor enseñanza de la meditación es que tú no eres tus pensamientos.
Aplicando La Meditación a Tu Vida Diaria: Muchas de las habilidades
aprendidas en la meditación pueden ser
aplicadas en tu día a día, medita cuando estés esperando algo, te sientas
molesto etc. Toma un descanso de dos minutos para respirar varias veces al día.
Observa como tus ideas se desarrollan durante el trabajo, conversaciones, o
resolviendo problemas.
Repite Diariamente: la meditación para hacer ejercicios para el
cerebro es una habilidad que necesita práctica. Crea un espacio es tu día para
ella y respétalo. Tu cerebro se beneficiara enormemente de los viajes
fascinantes e interminables dentro de tu propiamente y tu cuerpo lo hará
gracias a la relajación y reducción del
estrés.
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