Agujeros negros en los Océanos
En el espacio, nada escapa de la
gravedad de un agujero negro, ni siquiera la luz. ¿Y en la Tierra? ¿Qué podría
ser a nuestro planeta lo que un agujero negro al espacio? George Haller en el
Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich y Francisco Berón-Vera de la
Universidad de Miami en la Florida podrían tener la respuesta, pues han
encontrado un análogo de un agujero negro en el Océano Atlántico sur y en el
océano Índico: los vórtices que se forman en las aguas turbulentas.
En mecánica de fluidos, se llama corriente
turbulenta al movimiento de un fluido que se da de forma caótica, en que las
partículas se mueven desordenadamente (como los remolinos llamados maelstrom,
en la foto el Saltstraumen de Noruega). Dentro de ese caos, los vórtices son
como islas coherentes, rodeadas por una barrera invisible por la que no se
cuela ni una gota de las agitadas aguas que lo rodean.
Según informa Russia Today, el
equipo de científicos descubrió que el borde de estos vórtices está
representado normalmente por un ancho cinturón de una sustancia brillante, que
se asemeja a la esfera de fotones que rodea a los agujeros negros sin entrar en
los mismos.
Los especialistas demostraron científicamente
esta semejanza al describir el comportamiento de los vórtices en los fluidos
turbulentos utilizando los mismos principios matemáticos que describen el
fenómeno de los agujeros negros, regiones del espacio tiempo en las que la
gravedad es suficientemente fuerte para evitar que ninguna sustancia se escape,
incluida la luz.
De acuerdo con el portal
Technology Review, él estudió evaluó las corrientes en el suroeste del océano
Índico y el sur del Atlántico, donde existe un fenómeno conocido como «la fuga
de las Agujas», corriente que se vuelve sobre sí misma, creando de vez en
cuando remolinos en la zona meridional.
En su investigación, el equipo de
expertos empleó imágenes de satélite del sur del océano Atlántico captadas
entre noviembre de 2006 y febrero de 2007 para localizar posibles análogos de
agujeros negros.
Como resultado, encontraron
durante este período un total de ocho fenómenos con posibilidad de ser
denominados agujeros terrestres.
Este análisis podría tener
implicaciones importantes para entender cómo las corrientes oceánicas
transportan material, pues dado que todo lo que entra en estos agujeros negros
ya no puede salir, deben poder atrapar cualquier basura, aceite o incluso la
propia agua, moviéndola de manera coherente a grandes distancias.
La investigación también plantea la posibilidad de que se produzcan
análogos de agujeros negros en otras condiciones naturales, como en los
huracanes, e incluso en otros objetos espaciales. Por lo tanto, según sugieren
los científicos, la Gran Mancha Roja de Júpiter, tormenta gigante en la
atmósfera del planeta, podría ser el más famoso agujero negro del sistema
solar.
Información tomada de la revista: http://www.technologyreview.es/?lang=es
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